domingo, 23 de enero de 2011

Bevilacqua & Chamorro I: el lejano país de los estanques, de Lorenzo Silva

Una joven y escultural mujer de origen austríaco aparece muerta colgada en un chalet en una urbanización situada en una zona turística de Mallorca. La Guardia Civil encarga el caso al sargento Bevilacqua, que deja Madrid contando con la ayuda de la novata Virginia Chamorro. Ambos deberán infiltrarse de incógnito entre los demás turistas de la zona y penetrar en un ambiente de vida nocturna, donde ni el alcohol ni el sexo van a faltar. Pronto lo que a priori parece ser un caso fácil de celos entre dos mujeres se convertirá en mucho más, en cuanto el olfato del experimentado policía se huela que algo no va bien en su investigación.

El propio Lorenzo Silva reconoce en su web que tardó treinta y cuatro días febriles en terminar esta novela, que se convirtió en la primera de una larga serie -seis entregas hasta la fecha- basada en las aventuras de esta pareja de la Guardia Civil que se ven envueltos en los más variopintos casos. Escrita en 1995, se hizo con el Premio Ojo Crítico 1998.

Sorprenden las declaraciones de su autor porque esta primera aventura de la Benemérita está realmente bien contada, alejada de la novela negra que últimamente se ha puesto tan de moda proveniente en su mayoría de los países nórdicos, con la saga Millenniun a la cabeza. Silva narra de una forma sencilla, usando la primera persona de uno de sus protagonistas, el sargento Rubén Bevilacqua -Vila para los amigos- donde se hace eco de sus propias reflexiones en el momento de ir siguiendo las diferentes pistas o realizando misiones y averiguaciones. De ahí que la trama salte sin ningún tipo de problema del misterio y la tensión propia del género -hay que encontrar al responsable de un horrible crimen- al humor más costumbrista, debido a la sencillez en la prosa del guardia civil, que se convierte en un improvisado maestro de la más joven e inexperta Chamorro, que todavía anda buscando su sitio en el cuerpo. El lugar donde tiene lugar la trama ayuda a la identificación del lector, habiendo tantos ambientes parecidos en nuestro país, sobre todo en las zonas más turísticas.

Otro punto que aleja a Silva de las mencionadas novelas negras europeas es su buen gusto y hacer a la hora de retratar los pormenores del crimen o los ambientes sórdidos en los que pueden moverse los policías en su misión de incógnito. Al utilizar a Vila como narrador, estamos hablando de un experimentado sargento, curtido en estas lides, que suaviza con mucho lo que ocurre, dando pie a reflexiones personales que tocan temas psicológicos o sociales, por lo que al tiempo tenemos una descripción bastante buena de ambos protagonistas.

Pero sobre todo estamos ante una buena historia, narrada con oficio dentro de los cánones del género, pero entretenida a más no poder, que engancha nada más empezar ya que el autor se deja de rodeos en todo momento y se dedica a lo suyo, que es crear una afinidada con el lector a través de esa pareja de policías, de los que dan ganas de saber más. Se lee en un suspiro, como se suele decir.

No se si el propio Silva pensó en crear una serie de aventuras con estos protagonistas y si el éxito que cosechó le pilló por sorpresa, pero la verdad es que enganchan y uno quiere continuar con sus casos lo antes posible. Y además es que son guardias civiles y no he leído muchos libros protagonizados por ellos precisamente.
El autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario