Diez capítulos. Diez partes que encajan en un todo como si de un mecanismo de relojería se tratase. Una labor de guión y de adaptación espectacular que, unida a una producción envidiable, no ya por el resto de cadenas de televisión, sino por muchas películas; han dado lugar a una de las sensaciones de la temporada.
Los aficionados al personal mundo de George R. Martin (el primer libro en esta temporada adaptado, aquí) no quedarán decepcionados y aquellos que se acerquen por primera vez encontraran un mundo apasionante, rico en detalles y de tramas complejas; donde lo que prima no es la acción sino la interacción entre los innumerables personajes que existen; lo que no quita que cada cierto tiempo gocemos de buenas escenas de lucha a espada y de momentos de fantasía épica.
Todo lo que se predijo cuando se visionaron los primeros capítulos –y de los que ya comenté algo aquí mismo- se ha confirmado. Como muestra, un pequeño resumen: el rey Baratheon reclama a su buen y fiel amigo Eddard Stark, un hombre que se rige por un estricto código de honor y que gobierna las difíciles tierras del norte, que se traslade al sur del reino y en su capital se convierta en la Mano del Rey, auténtico gobernante en la práctica. Stark entrará en conflicto directamente con la orgullosa casa de los Lannister, la más rica del mundo conocido y cuya ambición no es otra que sentar en el Trono de Hierro a uno de su linaje.
Por otro lado a Jon Snow, hijo bastardo de Stark, no le ha quedado más remedio que unirse a la Guardia de la Noche; un destacamento de hombres de toda calaña y condición que protegen las tierras civilizadas de las criaturas que pueblan las salvajes tierra del norte más allá de un inmenso muro de hielo que los separa.
Finalmente y como última trama principal del relato, Daenerys Targaryen es la heredera del Trono de Hierro en el exilio, al que partió cuando su padre se volvió loco y perdió la batalla definitiva contra el nuevo rey. Lejos de su hogar ha conseguido casarse con un poderoso guerrero de una tribu sanguinaria de jinetes, con la esperanza de que algún día pueda volver a reclamar lo que por derecho le pertenece.
Durante estos diez episodios, conforme van sumándose más y más personajes importantes a la historia, veremos cómo se inicia la guerra sin cuartel entre las casas de Stark y de Lannister; cómo la Guardia de la Noche se enfrenta a un mal sobrenatural mil veces peor y cómo en las lejanas tierras del exilio nace una fuerza sin igual que amenaza con invadir todo el reino de Westeros. Y todo eso con el sello made in HBO que los aficionados han aprendido a reconocer: violencia descarnada; cuerpos desnudos y sexo sin ningún tipo de recato para con el espectador; ritmo pausado cuando es necesario a través de diálogos brillantes y buenas caracterizaciones; aderezado todo ello con giros de trama espectaculares y grandes cliffhangers para los finales de episodio.
A las caras conocidas que ya comenté –geniales Sean Bean y Lena Headey- hay que añadir a Jason Momoa como Khal Drogo y futuro protagonista del próximo relanzamiento de Conan el bárbaro; a Iain Glen como Ser Jorah (Downton Abbey, Harry Brown) y sin duda uno de los mejores: Aidan Guillen como Petyr Baelish, llamado Little Finger, el inolvidable alcalde de la ciudad de Baltimore en The Wire.
Juego de tronos renovó para una segunda temporada al poco del estreno de su Piloto, al igual que hicieron antes que ella estrenos como Boardwalk Empire. Nos queda un año largo hasta la vuelta de las criaturas protagonistas de Canción de hielo y fuego.





No hay comentarios:
Publicar un comentario