jueves, 29 de septiembre de 2011

Historias de Londres, de Enric González


Este es un libro curioso, de viajes y de memorias. Su autor es uno de los corresponsales en el extranjero más famosos del diario El País y ya ha publicado una serie de libros que copian el título de este, donde narra sus peripecias en las diferentes ciudades a las que le ha llevado su trabajo al tiempo que desgrana para el lector la esencia de la sociedad en la que vive, así como anécdotas personales y un poquito de historia.

Londres fue su primer destino como corresponsal tras cubrir la guerra del Golfo y desde entonces ha estado en otras importantes capitales como Washington, Nueva York, París, Roma o Jerusalén. Siendo este su primer libro resulta muy autobiográfico y de su mano podremos acercarnos a la capital inglesa, visitando el oeste, el centro y el este de la metrópoli.

Desde los altos ejecutivos en la City que arriesgan en bolsa hasta los barrios residenciales, iremos descubriendo el sentido tras muchas de las características que hoy reconocemos en los londinenses: el origen del carnaval de Notting Hill, por ejemplo; la historia de Peter Pan y de su creador o la vida y obra de algunos de sus más ilustres reyes; la historia de la cerveza o de sus clubes de futbol; su modo de gobierno o su religión.

En pocas páginas González demuestra un cariño especial hacia Londres y su gente y logra una atípica guía de viajes, muy amena y divertida pero que revela algunas verdades de la sociedad que describe. Si se conoce ya la ciudad sirve como complemento perfecto, para enterarse de algunas curiosidades que siempre se pasan por alto cuando uno va de turista por el mundo. Si por el contrario no se tiene esa suerte, puede ser una manera muy buena de introducirse en ella, aunque no sustituya a la Lonely Planet una vez que se esté allí.

La única pega que se le puede poner a esta obra es su alto precio. 17 € en una edición de tapa blanda con solapas, de la editorial RBA por algo menos de 180 páginas es excesivo. Y es una  pena porque me ha parecido muy interesante esta personal forma del autor de describir la ciudad y conociendo los lugares de origen del resto de su obra sería una futura lectura. Si no fuera por el coste. Una pena en ese sentido, quizás se aventuren y lo saquen en bolsillo o en recopilatorio. 

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