Al fin se ha estrenado la que puede ser la serie más
esperada del año, al menos en lo que a hype
se refiere. Terra Nova es la apuesta
más arriesgada de la cadena FOX para esta nueva temporada televisiva y como tal
ha estado sujeta a multitud de rumores, retrasos, aparentes cambios de última
hora en la postproducción y a una campaña de publicidad enorme que han hecho
que a la hora de estrenarse más de nueve millones de personas la siguieran en
su estreno, si bien estos datos se comentan no eran ni de lejos los esperados.
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La televisión norteamericana anda huérfana desde el final de Perdidos de esa serie de culto
capaz de aunar a una gran cantidad de público de las más diferentes edades. De
esa serie de la que todo el mundo habla y que genera más controversia en redes
sociales y opiniones en medios especializados. No son pocos los intentos que
hasta ahora se han visto que quieren heredar el trono dejado por la serie de
Abrams, todos fallidos hasta el momento (Flashforward el caso más evidente y quizás The Event,
por temática). De momento, Terra Nova
anda lejos de las cotas de calidad necesarias para ser una digna candidata a la
sucesión, teniendo en cuenta que todavía es pronto para juzgarla en toda su
extensión.
Rodada en Australia, la serie tiene como creadores a Kelly
Marcel, una actriz británica que se encuentra ante la oportunidad de su vida; a
Craig Silverstein, que como escritor y productor tiene una carrera más dilatada
en televisión y la producción de Steven Spielberg, de sobra conocido y cuyo
nombre basta para impulsar este tipo de productos mastodónticos que tantos dolores
de cabeza dan a los productores de la cadena que los filma.
Tras uno de los episodios Piloto más caros de la historia,
la FOX no tardó nada en sorprender a todo el mundo dando luz verde a la
temporada entera de 13 episodios sin ni siquiera haber hecho un pre-air, algo
poco inusual en el mercado norteamericano. Sin embargo al estreno previsto de
mayo de 2011 no llegaron, debido a la larguísima postproducción, algo que se
nota en los primeros compases de la serie.
¿De qué va Terra Nova?
La idea es arriesgada y ambiciosa, aunque su desarrollo es algo deficiente, en
especial en los primeros minutos del capítulo donde se nota demasiado la tijera
y lo que se nos cuenta se hace a trompicones, con grandes lapsos de tiempo que
ocurren apenas en minutos y con explicaciones que tienen lugar a través de
rápidos diálogos, difíciles a veces de que se le presten la debida atención.
Una vez que la trama se desarrolla donde verdaderamente va a tener lugar la
acción la cosa mejora, pero todavía anda muy lejos de un desarrollo de
personajes coherente y creíble y la acción todavía tiene algunos saltos
importantes.
Para entrar en más detalles, en un futuro año 2149 la Tierra
ha alcanzado un nivel insostenible de vida donde la polución del aire obliga a
su población a usar máscaras de gas y donde muchos mueren de infecciones
pulmonares. La cosa parece no tener solución y que va a peor. Al mismo tiempo
la natalidad está limitada a dos hijos por familia, algo que los Shannon llevan
incumpliendo desde el nacimiento hace pocos años de su hija Zoe, a la que
tienen escondida en su piso. Jim, el cabeza de familia, es policía de
narcóticos y espera que eso le proteja, pero no es así. Cuando son pillados,
acaba en una cárcel de máxima seguridad.
Gracias a la profesión de su mujer Elisabeth, que es médico,
su familia es seleccionada para el proyecto Terra
Nova. Los científicos de la época han descubierto un fenómeno cósmico
inexplicable que les permite enviar gente al pasado, concretamente a 85
millones de años atrás, por lo que se han iniciado cuidadosas selecciones para
organizar migraciones hacia ese nuevo comienzo. La familia Shannon se encuentra
ante la última oportunidad de emprender una nueva vida juntos.
Es en este prólogo donde la cosa falla más. Lo importante
parece ser mostrarnos el pasado prehistórico cuanto antes, cómo se organiza la
nueva sociedad bajo el mando del Comandante Taylor –un carismático Stephen Lang
lo interpreta-, y los efectos especiales que llevan a la pequeña pantalla los
dinosaurios que tanta atención han centrado en las promociones de la serie. Eso
hace que todo vaya demasiado deprisa, que apenas nos muestren nada de lo que
ocurre en realidad y tengamos que suponerlo gran parte. Al mismo tiempo el
toque familiar que Steven Spielberg suele imprimirle a este tipo de productos
está presente en todo momento y aunque los niños todavía no se han hecho
repelentes lo han rozado en muchas ocasiones de tantos tópicos que nos lanzaban
–hijo rebelde que no perdona al padre, hija cerebrito, matrimonio roto en vías
de recuperación, etc-. El tono simpático, optimista y happy ending está de momento presente.
Tanto en los momentos principales de su Piloto como en su
tercer episodio, la acción se desarrolla en el enclave de Terra Nova y aunque
parece ser que en cada capítulo se irán enfrentando con alguna dificultad que
superar, también han ido apareciendo algunas ideas interesantes que deberían ir
desarrollándose como subtramas para darle empaque a la cosa. Pronto Jim Shannon
descubrirá que hay mucho más de lo que parece en su nuevo hogar y que incluso
allí hay secretos que guardar.
En mi opinión dependerá enormemente de eso que la serie
pueda despegar un poco más, ya que si de momento la cosa no va mal para la gran
producción y gasto que le supone necesitarán unos índices de audiencia bastante
superiores a la media. Lo que son los efectos especiales al principio me
dejaron algo frío, pero luego me he ido acostumbrando y no les he dado más
importancia. Todo lo que rodea a la producción del sitio donde viven, armas o
vehículos se nota está bastante cuidado y no han escatimado en gastos.
En lo que toca al reparto, está encabezado por la familia
Shannon, con Jason O´Mara y Shelley Conn (Dead Seat). Aunque la persona más destacada es Stephen Lang, algo que hermana la
serie con una película anterior suya: Avatar.
Y es que no es difícil encontrar similitudes entre los primeros capítulos de la
serie y algunas películas bien conocidas: muchos de los diseños de la tierra
salvaje recuerdan a los de la producción en 3D de James Cameron; el tono familiar
y de ciencia-ficción nos suena demasiado a Falling Skies, también de Spielberg y la sombra de Parque Jurásico y sus secuelas es muy alargada.
El éxito de esta serie dependerá de lo acertado que estén
sus creadores para ir alejándose de todo lo conocido y ofrecer un producto fresco
y nuevo que enganche a la gente. Posibilidades tiene, pese a un Piloto algo
fallido, sobre todo por lo enorme de su presupuesto y producción.







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