martes, 10 de junio de 2014

Las crónicas de Conan. Volumen I: el pueblo del círculo negro, de Robert E. Howard




El personaje de Conan el bárbaro es probablemente el mejor exponente del género de espada y brujería, cuyo principal artífice es el propio Howard. Siempre me ha producido cierto desasosiego cómo un hombre que apenas abandonó la hacienda familiar en Texas pudo crear tales mundos de fantasía, en especial la Era Hiboria, una especie de pasado remoto de nuestra sociedad. Howard se suicidó con apenas treinta años debido a una enfermedad grave de su madre, a la que se sentía muy unido. Sorprende de nuevo la cantidad de relatos pulp que consiguió escribir en tan corta carrera, que por otro lado comenzó muy joven con apenas dieciocho años. Asiduo de revistas de la época como Weird Tales, intentó en varias ocasiones crear personajes que le permitieran narrar grandes sagas, como Kull de Atlantis, un bárbaro perteneciente al universo de Conan pero anterior en el tiempo a éste o el puritano Solomon Kane, cuyas aventuras reseñé hace ya algún tiempo.

Otra característica por la que merece la pena destacar a la mayor creación de Howard es su importancia en el imaginario popular. Conan vio la luz por primera vez a finales de 1932 y sufrió un resurgimiento en los años setenta gracias a los cómics de la Marvel, donde trabajaron varios de los mejores profesionales de la industria, que no solo se dedicaron a adaptar relatos de Howard, sino a continuar su legado y expandir su universo, fijándose en otros escritores que habían aportado sus ideas con anterioridad y llevando al cimmerio donde nunca había estado antes –la Era Hiboria de Conan se convirtió en ese momento en un pasado del propio universo Marvel donde habitaban los superhéroes más conocidos, de modo que más de un cruce inverosímil entre estos personajes tuvo lugar en las páginas de los tebeos-. Como si esto fuera poco, en los ochenta el actor Arnold Schwarzenegger interpretó al héroe bárbaro en tres ocasiones –una de ellas extraoficial- y en 2011 se estrenó una nueva versión. Los últimos rumores indican que el actor de origen austriaco podría volver a interpretar a Conan ya en una de sus etapas más famosas: la de rey de Aquilonia.

El Conan de la gran pantalla

Como todo personaje de culto, Conan ha sido objeto de estudio en no pocas ocasiones. Howard escribió una buena cantidad de relatos, pero no todos fueron publicados. En aquella época era normal la reescritura de los mismos, muchas veces por parte de los editores, que buscaban historias protagonizadas por sus personajes más populares aunque estos ni siquiera aparecieran en ellas en un principio. Algunos historiadores de Howard se han lanzado a elaborar diferentes cronologías y corresponderá al lector elegir cuál es su preferida. Teniendo en cuenta que el orden de escritura no coincide con el de publicación y que muchos relatos son póstumos y otros han sido víctima de mutilaciones y reescrituras, no es tarea fácil.

El libro que nos ocupa es un primer volumen de dos editado por la británica Gollancz, en edición de bolsillo y en una colección especializada en obras maestras de la fantasía. Tras una preciosa portada del ilustrador John Howe, que a cualquiera que conozca el relato en el que se basa le parecerá del todo imposible la composición, en apenas seiscientas páginas se reúnen 19 relatos de Howard, algunos de ellos incompletos, meros fragmentos, comienzos de historias que nunca llegaron a ver la luz; el mapa de la era hiboria que el propio autor dibujó y unas letras por parte del encargado de la recopilación, Stephen Jones, que sitúa al lector en antecedentes a la hora de enfrentarse a dichos relatos. El orden con que Jones nos presenta los relatos tiene que ver con la edad del protagonista, de modo que sus aventuras van narrándose en el tiempo hiborio, de forma cronológica. El Conan que conocemos es más joven en el primer relato que en el último y aunque Howard no escribía teniendo esto en cuenta, sí que es verdad que en ciertas ocasiones introdujo varios saltos temporales de muchos años. En la primera historia publicada ya era rey, pero tardaría muchos años en conseguir el trono de Aquilonia y el cómo lo hizo se convertiría en una historia tan apasionante como aquella  en la que se presentó al gran público.

El Conan de los cómics, de John Buscema

Los relatos de Conan son pura adrenalina. Siguiendo las pautas marcadas por la literatura de bajo coste de la época, las aventuras protagonizadas por Conan de Cimmeria están repletas de paisajes imaginarios, criaturas misteriosas, voluptuosas mujeres, peligros inimaginables y mucha acción. Como rasgo unificador, se podría citar el continuo enfrentamiento entre lo que creemos son las sociedades civilizadas en contraste con los llamados bárbaros del norte, a los que pertenece el protagonista. Muchas veces se sorprende el Cimmerio de que a él lo acusen de barbarie cuando se enfrenta a algunas de las costumbres de los llamados civilizados. En ese aspecto destaca la manera en la que Howard describe a su personaje fetiche, curiosamente casi siempre inicia los relatos con una situación diferente o una tercera persona que a las pocas páginas acaba topándose con un gigante musculoso de ojos azules y pelo negro que anda semidesnudo y que apenas viste unas sandalias y una enorme espada. Sus atributos físicos no son pocas veces descritos con características animales, como la fuerza de un toro, la rapidez de una pantera o la destreza de un lobo. Es inteligente y posee un código de honor propio que no le impide robar y matar cuando lo considera necesario. Alquila su espada al mejor postor cuando así lo requieren las circunstancias, pero es fiel a su palabra y no se siente cómodo cuando maltratan a un indefenso en su presencia. No es ajeno a la venganza, ni al odio, ni al deseo; pero es frío y calculador en la lucha, sobre todo con espada y cuerpo a cuerpo, donde resulta un enemigo formidable, en parte gracias a su insaciable voluntad de vivir o a su fiereza natural.

Fecha de portada, septiembre de 1934

Cuando se comienzan a leer estos relatos, es imposible no encontrar algunos elementos de repetición, dado la forma en la que publicaba Howard y de lo que de él demandaban sus editores. No es raro que las mujeres más bellas acaben en mesas de sacrificios o que las ruinas abandonas y sometidas por el paso del tiempo alberguen en su interior peligros enormes que quedan al descubierto por la insana curiosidad o codicia del hombre. Incluso el propio Conan repite varios de sus métodos más expeditivos para convertirse en líder de una banda, ya sean piratas o mercenarios: retar al líder a un combate singular y una vez ha acabado con su vida proclamarse nuevo jefe.

Volviendo al tomo que nos ocupa, este abre con un estudio realizado por Howard donde explicaba la historia de la Era Hiboria y que realizó cuando ya había publicado varios relatos del Conan, en un intento de darle algo de coherencia al paisaje por el que se movía el personaje. El primero de ellos sería entonces La torre del elefante, cuando Conan es un mero ladrón. El índice es el siguiente:

Map of the Hyborian Age, by Dave Senior

"The Hall of the Dead" (synopsis)
"The Hand of Nergal" (fragment)

Robert E. Howard and Conan: The Early Years, by Stephen Jones

Una de las principales características que tiene el personaje es que se trata de un nómada que viaja sin descanso por los confines de la tierra conocida y es por ello que sus aventuras tienen un carácter tan diferente las unas de las otras, ya que se desarrollan en diferentes puntos geográficos. Pirata, ladrón, asesino a sueldo, mercenario o asumiendo un cargo de confianza en ejércitos profesionales, Conan va dejando pasar el tiempo hasta convertirse en rey, tal y como ha sido pronosticado en una serie de extraños sueños que tuvo una vez. En esta edición, donde se respeta a rajatabla la escritura de Howard, destacan relatos como el de La torre del elefante, con uno de esos finales sorpresivos tan de la época; El dios del cuenco, donde se mezcla el relato de misterio y detectivesco; La hija del gigante de hielo, una de los relatos más atípicos protagonizados por Conan y donde una de las influencias de Howard, la mitología nórdica, es más que evidente; Reina de la Costa Negra, con la presentación del primer gran amor del personaje, la salvaje pirata Belit; Coloso Negro o El diablo de hierro, con Conan enfrentado a fuerzas más allá de su comprensión; Una bruja debe nacer, donde tiene lugar uno de los acontecimientos más famosos de la historia del personaje y que fue trasladado a la gran pantalla en la primera adaptación de Conan: la crucifixión. O varias de mis favoritas: Sombras la luz de la luna, donde la magia y lo salvaje se dan la mano en una isla desierta que se convierte en el último refugio del protagonista y finalmente una de las más extensas y desarrolladas por el escritor: El pueblo del Círculo Negro, un auténtico tour de force de acción y aventura que pondrá a prueba las habilidades del cimmerio como nunca antes.

Rogues in the House, ilustración de Frank Frazetta

Resulta curioso centrarse en las similitudes y diferencias de algunas historias. Tanto La torre del elefante como Villanos en la casa están ambientadas en los primeros años del protagonista fuera de su tierra natal. Ambas comparten la misma trama: Conan debe penetrar en un recinto cerrado repleto de trampas. En el primero es un ladrón y en el segundo un asesino a sueldo. En la torre deberá enfrentarse a una serie de animales guardianes a cada cual más mortal, mientras que en la casa de uno de los políticos más influyentes de la ciudad el peligro viene de una serie de trampas mecánicas y traicioneras. Los desenlaces son espectaculares, cada uno en su estilo: mientras que en el primero Howard apuesta por un horror cósmico del que su amigo Lovecraft hubiera estado orgulloso, en el segundo enfrenta a su protagonista en un cuerpo a cuerpo brutal con un animal salvaje. 


4 comentarios:

  1. Estupenda reseña, lastima que yo no sepa ingles. en castellano Timun Mas publico unos libros preciosos en un estuche sobre conan llamados algo asi como "Conan de cimmeria" que por lo que tu cuentas deben ser bastante parecidos. La parte mala de estos libros es que son muy caros...y la buena que estan en muchas bibliotecas publicas. En fin excelente reseña a la que yo solo añadiria la importancia que tuvieron ilustradores como Frank Frazzeta en la promocion del personaje.

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    1. Sé que existe una edición en español, pero no tengo claro qué tipo de cronología sigue, si es la misma o no que yo he leído. Ten en cuenta que han sido varios los estudiosos que han sugerido una manera u otra de ordenar los relatos y no solo eso: durante mucho tiempo la edición del Conan de Howard estuvo bastante mutilada y bastante alejada de los escritos originales, que era para mí la primera condición a la hora de elegir una recopilación de este tipo.

      Además de que en su versión en inglés sale muy económica de precio.

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  2. Segun el prologo de los libros que te comento el orden de los relatos es el orden de escritura que siguio Howard. Yo como no se Ingles es la que mejor considerada tengo dentro de lo publicado en castellano, tiene ademas unas ilustraciones que no estan nada mal e incluye mapas como el que tu citas dibujo Howard. Eso si es bastante cara y dudo que me la pueda comprar algun dia.

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    1. Sí, era mi gran duda: optar por la cronología real, es decir, el orden en el que Howard escribió los relatos; o decantarse por la ficticia, o mejor dicho, la de Conan. En la primera percibes la evolución del escritor y en la segunda la del personaje.

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