En sus comienzos como novelista, Forsyth se hizo famoso por
una conjunción única de ficción y realidad. Hasta ahora en este blog solo he
reseñado un libro suyo, El fantasma de Manhattan, quizás el peor ejemplo del estilo que le ha hecho uno de los
autores más vendidos del momento. En él se narraba el destino final de los
protagonistas de El fantasma de la ópera,
por lo que la carga de ficción era mucho mayor.
ODESSA fue su
segunda novela, publicada en 1972 y ambientada apenas diez años antes, en 1963
justo cuando el presidente Kennedy muere asesinado a tiros en Dallas. Forsyth
otorga el protagonismo a un periodista freelance
alemán que por casualidad descubre un diario de un superviviente de los campos
de concentración nazis. Creyendo que se encuentra detrás de una gran historia,
Peter Miller decide hacer todo lo posible por rastrear al principal responsable
de la trágica historia del judío: Edward Roschmann, apodado “El Carnicero de Riga”
y en paradero desconocido desde hace varios años. En su búsqueda Miller no solo
deberá enfrentar la reticencia de sus compañeros de trabajo o de su familia, en
una sociedad alemana que todavía tiene muy reciente las penalidades de la
guerra o la separación de Alemania en dos, sino la oposición directa de los
estamentos públicos, reacios a airear este tipo de situaciones e incluso a una
organización secreta que ha permanecido en la sombra operando en secreto con un
único propósito: la protección de los antiguos miembros de la SS que
consiguieron huir al final de la guerra y su más que pronto retorno al país que
se vieron obligados a abandonar. Miller se mete de lleno en una persecución que
implica a más de un gobierno, principalmente el de Israel o el de su rival
directo Egipto, pero sin dejar de lado otros actores secundarios como el de
Estados Unidos.
Forsyth, antiguo piloto de la RAF, fue periodista y corresponsal de Reuters y BBC. En sus
primeras novelas destaca el tono periodístico en infinidad de descripciones de
procesos nada rutinarios, como pueden ser la falsificación de documentos, el
mercado negro de armas, la meticulosa preparación de un asesinato o el robo de
guante blanco. A principios de los setenta publicó varias de sus mejores
novelas: Chacal (1971), The ODESSA File (1972) y Los perros de la guerra (1974). En todas
mezcla situaciones ficticias con otras reales y no son pocos los personajes con
nombres y apellidos que aparecen por sus páginas y que existieron en realidad.
Pero la maestría del autor reside en su capacidad para tejer una hábil red que
engancha al lector, ofreciendo de paso una posible explicación a una serie de
hechos históricos no probados, como puede ser el intento de asesinato de
Charles de Gaulle en Chacal o la
existencia de la organización conocida como ODESSA. Y hacerlo de forma amena y
muy entretenida, absorbente incluso.
La historia que nos ocupa se va desarrollando con toda
lógica, primero siguiendo los cauces habituales de una investigación
periodística y luego metiéndose de lleno en el thriller de espías, con una suplantación
de identidad muy interesante, cuando el joven Miller se vea obligado a
introducirse en la organización de forma encubierta, con grave peligro para su
vida. Un thriller impactante, muy
bien armado, que atrapa sin remedio y que se hace muy real para el lector, ya
que lo que se cuenta podría haber ocurrido realmente, si bien nunca llegaremos
a saberlo.
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