martes, 3 de junio de 2014

ODESSA, de Frederick Forsyth



En sus comienzos como novelista, Forsyth se hizo famoso por una conjunción única de ficción y realidad. Hasta ahora en este blog solo he reseñado un libro suyo, El fantasma de Manhattan, quizás el peor ejemplo del estilo que le ha hecho uno de los autores más vendidos del momento. En él se narraba el destino final de los protagonistas de El fantasma de la ópera, por lo que la carga de ficción era mucho mayor.

ODESSA fue su segunda novela, publicada en 1972 y ambientada apenas diez años antes, en 1963 justo cuando el presidente Kennedy muere asesinado a tiros en Dallas. Forsyth otorga el protagonismo a un periodista freelance alemán que por casualidad descubre un diario de un superviviente de los campos de concentración nazis. Creyendo que se encuentra detrás de una gran historia, Peter Miller decide hacer todo lo posible por rastrear al principal responsable de la trágica historia del judío: Edward Roschmann, apodado “El Carnicero de Riga” y en paradero desconocido desde hace varios años. En su búsqueda Miller no solo deberá enfrentar la reticencia de sus compañeros de trabajo o de su familia, en una sociedad alemana que todavía tiene muy reciente las penalidades de la guerra o la separación de Alemania en dos, sino la oposición directa de los estamentos públicos, reacios a airear este tipo de situaciones e incluso a una organización secreta que ha permanecido en la sombra operando en secreto con un único propósito: la protección de los antiguos miembros de la SS que consiguieron huir al final de la guerra y su más que pronto retorno al país que se vieron obligados a abandonar. Miller se mete de lleno en una persecución que implica a más de un gobierno, principalmente el de Israel o el de su rival directo Egipto, pero sin dejar de lado otros actores secundarios como el de Estados Unidos.

Forsyth, antiguo piloto de la RAF, fue periodista y corresponsal de Reuters y BBC. En sus primeras novelas destaca el tono periodístico en infinidad de descripciones de procesos nada rutinarios, como pueden ser la falsificación de documentos, el mercado negro de armas, la meticulosa preparación de un asesinato o el robo de guante blanco. A principios de los setenta publicó varias de sus mejores novelas: Chacal (1971), The ODESSA File (1972) y Los perros de la guerra (1974). En todas mezcla situaciones ficticias con otras reales y no son pocos los personajes con nombres y apellidos que aparecen por sus páginas y que existieron en realidad. Pero la maestría del autor reside en su capacidad para tejer una hábil red que engancha al lector, ofreciendo de paso una posible explicación a una serie de hechos históricos no probados, como puede ser el intento de asesinato de Charles de Gaulle en Chacal o la existencia de la organización conocida como ODESSA. Y hacerlo de forma amena y muy entretenida, absorbente incluso.

La historia que nos ocupa se va desarrollando con toda lógica, primero siguiendo los cauces habituales de una investigación periodística y luego metiéndose de lleno en el thriller de espías, con una suplantación de identidad muy interesante, cuando el joven Miller se vea obligado a introducirse en la organización de forma encubierta, con grave peligro para su vida. Un thriller impactante, muy bien armado, que atrapa sin remedio y que se hace muy real para el lector, ya que lo que se cuenta podría haber ocurrido realmente, si bien nunca llegaremos a saberlo.

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