jueves, 17 de agosto de 2017

El Capitán América de Nick Spencer: el camino a Imperio Secreto


Los primeros intentos del norteamericano Nick Spencer por entrar en la industria del cómic se saldaron con varias derrotas. Pero su tesón fue el suficiente para que, tras un tiempo dedicado a la política, consiguiera colar sus primeros proyectos en una editorial como Image Comics en uno de sus mejores momentos históricos.

Tras un breve paso por DC Comics, Spencer recaló en Marvel donde se curtió trabajando en la franquicia de los Vengadores, ya fuera en series secundarias o asistiendo en lo posible a un Jonathan Hickman que no daba abasto al encargarse del gran evento de la editorial, las nuevas Secret Wars. En ese periodo de tiempo también tuvo la oportunidad de liderar dos series regulares que acabaron situándolo en el punto de mira de los aficionados: la original Los enemigos superiores de Spiderman y la nueva versión del Hombre Hormiga, tras su estreno cinematográfico.

Una vez concluidas las Secret Wars y cuando todo el mundo pensaba que un gran cambio iba a tener lugar en la cabecera del Centinela de la Libertad, Marvel sorprendió a propios y extraños otorgándole la serie a Spencer, en lo que iba a ser el proyecto más exigente de su vida.

Y es que lo que Spencer se encontró a su llegada a la colección a punto de acabar el 2015 no era nada fácil de manejar. Primero porque en el año 2016 estaba previsto el estreno cinematográfico de la tercera parte de las aventuras de Steve Rogers, la ambiciosa Capitán América: Civil War. Y segundo porque el guionista anterior, un Rick Remender que acabó abandonando la editorial de forma precipitada para centrarse en las colecciones que publicaba en Image, no le dejó una situación precisamente fácil con la que lidiar.
Página de Daniel Acuña

Remender entró en la colección del Capitán América con motivo del relanzamiento editorial titulado como Marvel Now! Junto a John Romita Jr. en uno de sus últimos trabajos para Marvel antes de pasarse a la distinguida competencia. Y lo hizo con una macrosaga donde aisló a Steve Rogers en la Dimensión Z, con una serie de cambios importantes a su vuelta. Rogers volvía a ser ese hombre fuera de su tiempo tras haber pasado 12 años perdido en esa dimensión y por si esto no fuera suficiente, acabó enfrentándose a un nuevo enemigo, el Clavo de Hierro, que conseguiría anular el efecto del suero del supersoldado que corría por sus venas, haciéndole envejecer décadas de golpe. Siéndole imposible permanecer en la primera línea de batalla, Rogers se retiró a un segundo plano manejando los hilos entre bambalinas, mientras otorgaba el escudo a un nuevo Capitán América: su viejo amigo y aliado Sam Wilson, alias El Halcón –con un nuevo diseño obra de Carlos Pacheco-.

Remender se despediría de la colección con la espectacular saga del Nuevo Capitán América, ilustrada por Stuart Immonen antes de abandonar la franquicia en pos de otra mucho más lucrativa: la de Star Wars. Luego llegaría el gran evento de las guerras secretas y la esperanza de muchos aficionados de que Rogers recuperara el escudo y el uniforme de las barras y estrellas. Pero nada más lejos de la realidad.
 
Homenaje de Acuña a Corben
Sam Wilson: Capitán América
Spencer contó con Wilson como abanderado y junto al dibujante español Daniel Acuña lanzaron la primera saga de la colección, de seis números de duración, donde el cambio de rumbo es más que evidente: en una sociedad norteamericana cada vez más dividida y donde resulta más difícil diferenciar a los buenos de los malos, Sam Wilson ha decidido no solo posicionarse políticamente, sino abandonar a SHIELD y al gobierno de los Estados Unidos, convirtiéndose en un superhéroe que defienda a los oprimidos y a aquellos que de verdad necesiten ser salvados.

Con HYDRA desmantelada, el Capitán América ahora viaja en clase turista porque no tiene medios para hacerlo de otra manera; ha abierto una Línea Directa donde los ciudadanos pueden dejar sus demandas y tan solo cuenta con la colaboración del antiguo Hombre D –la última vez que supe de él, en un breve cameo en los Vengadores de Busiek y Perez- y de Misty Knight, con la que ha desarrollado cierta tensión sexual no resuelta. Ni siquiera tiene claro que pueda contar con la ayuda o amistad de Steve Rogers, ahora Comandante en las filas de SHIELD.

Spencer se sirve de una historia repleta de información –diálogos, cajas de texto- con varias líneas temporales de acción para situar el contexto en el que se mueve el protagonista y explicar por qué ha obrado como lo ha hecho, siendo como han sido algunas de sus decisiones bastante polémicas, como presentar batalla en la frontera con México asistiendo a inmigrantes ilegales o ayudando a escapar a un misterioso hacker llamado El Susurrador que ha hecho públicos infinidad de documentos secretos de SHIELD, a la que ha situado en la picota de la opinión pública, visto el alcance de algunos de sus proyectos en materia de seguridad. Le acompaña un Daniel Acuña muy divertido que no pierde la oportunidad de meter guiños para los aficionados españoles siempre que puede y que con su estilo pictórico consigue una hábil mezcla entre las escenas de acción más movidas y aquellas que transcurren mientras los personajes hablan, encargándose, como es habitual en él, del dibujo completo, incluido el color y las portadas –donde cuela varios homenajes a autores de la talla de Miller o Corben-.


Spencer es un tipo divertido que no teme echar la vista atrás y recuperar algunos conceptos de la última etapa del difunto Mark Gruenwald  en la colección del Centinela de la Libertad: el Capi Lobo, la Sociedad Serpiente o la recuperación de una antigua novia de Steve Rogers: la villana reconvertida Iguana. Y casi sin quererlo, es capaz de colar una ácida crítica a la falta de escrúpulos de muchos directivos de las grandes empresas de Wall Street, todo esto mientras reinventa al superhéroe El Halcón. Para finalizar esta saga, le acompañan los dibujantes Paul Renaud –en dos números- y Joe Bennett, una reliquia de la década de los noventa que ha sabido reciclarse bastante bien pero que no puede evitar colar alguna que otra ilustración algo exagerada. El nivel gráfico de la serie se mantiene y sigue siendo alto, aunque baja algunos peldaños con la ausencia de Acuña –como curiosidad, el barcelonés Óscar Jiménez ilustra la portada del último número-.

Punto muerto
La verdad es que he disfrutado mucho las dos sagas protagonizadas por Sam Wilson en su papel de Capitán América –la de Rick Remender y la primera de Spencer-, lo que da a entender que se trata de un personaje interesante y con potencial. Pero el plan de Spencer para el Centinela de la Libertad no ha hecho más que empezar y en un año en el que se cumple el 75 aniversario de la creación del personaje, ¿qué mejor modo de celebrarlo que con un evento? Controlado, eso sí, circunscrito a la franquicia de los Vengadores e incluso asumible por cualquier lector que no quiera gastarse más dinero del habitual en otras colecciones, ya que además de los números de la serie protagonizada por Sam Wilson, solo era necesario hacerse con tres especiales, recuperando una vieja táctica editorial que fue explotada hasta la saciedad durante la década de los noventa. Y no es la única reminiscencia de aquella época. Mark Bagley, veterano dibujante al que Marvel suele recurrir cuando es necesario realizar algún número especial cuando no se dispone de demasiado tiempo, resulta ser aquí la elección ideal, debido a los protagonistas del relato. A Daniel Acuña, que se marca unas páginas realmente espectaculares, se le suman los españoles Ángel Unzueta y Jesús Saiz –toda la saga del Capi de Spencer tiene un sabor patrio más que reconocible, con la aportación gráfica de grandes profesionales-.
 
Página doble de Paul Renaud

Spencer quiere jugar aquí con la falta de límites que las fuerzas de seguridad se imponen a sí mismas para controlar a la sociedad, sobre todo cuando hablamos de sus criminales. El guionista reúne para esta aventura a lo más granado de SHIELD, los últimos héroes que han portado el escudo –Sam, Bucky y Steve- y una escalada progresiva de villanos y héroes, con los dos equipos de Vengadores también implicados. Pero lo mejor es que, al finalizar la saga, son varios los cambios interesantes que podemos sacar de la misma, como un rejuvenecido Steve Rogers, una nueva Quasar y una formación clásica de los Thunderbolts; la recuperación de personajes míticos como Rick Jones y amenazas como Kobik –como curiosidad, en la saga anterior Spencer introdujo a la enfermera Claire Temple, a la que interpreta Rosario Dawson en las series de televisión Netflix y en esta hace lo propio con el doctor Selvig, que acompañara al Dios del Trueno en su salto a la gran pantalla, interpretado por Stellan Skarsgard-.
 
Un joven Steve Rogers, por Acuña

Mención especial a la edición española de Panini, recopilando todos los especiales dentro de la colección Capitán América, incluidas las historias cortas realizadas para conmemorar el 75 aniversario de su nacimiento, con Joss Whedon y John Cassaday –ambientada en la II Guerra Mundial-, Tim Sale como autor único y Greg Rucka junto a Mike Perkins.

El nuevo-viejo Capitán América
Si alguien creía que Punto muerto iba a ser un momento álgido en la carrera del guionista, es que no tenía mucha fe en Spencer. Tras la finalización de la saga continuaron las aventuras de Sam Wilson como Capitán América, teniendo que lidiar con el ambiente de desconfianza que se vivían en ese momento en el Universo Marvel, inmerso en su evento anual: Civil War II, que traía a primer plano el tema de la discriminación selectiva, algo a lo que Wilson se opone sin dudarlo. Sin embargo Spencer sabe lidiar con la injerencia editorial con cierta soltura, aprovechando la ocasión para seguir posicionando a su protagonista, al mismo tiempo que recupera viejos conceptos como el USAgente, Sin Banderas o la Ameripolicía, profundizando en la polémica de un cuerpo de seguridad privado operando en suelo estadounidense y dando inicio a una saga de rabiosa actualidad con un fuerte calado social.
 
Portada de Jesús Saiz

Pero la gran sorpresa se encuentra en los primeros números de la nueva colección protagonizada por Steve Rogers y liderada por un excelente grupo de dibujantes españoles como Jesús Saiz, Javier Pina o Miguel Sepúlveda (El Imperativo Thanos) donde Spencer se juega el todo por el todo: Steve Rogers y sus violentos métodos –después de todo resulta que hay una razón tras el diseño del nuevo escudo- no son nada en comparación con la gran revelación de que en realidad es un agente encubierto de Hydra. Y lo ha sido durante toda su vida, por lo que Spencer tiene que hacer un hábil trabajo de retro continuidad al mismo tiempo que narra los planes actuales del héroe, con Imperio Secreto en el horizonte.

Aunque en Civil War II el Capitán América tiene un papel secundario, en los números escritos por Spencer la cosa cambia mucho, ya que Rogers se ha convertido en un hábil manipulador. El guionista demuestra estar mucho más implicado en el crossover de lo que parecía en un principio y varios de los mejores momentos de la saga se encuentran en esta relectura de los números escritos por Bendis. De hecho, Spencer es el encargado de cerrarla con un epílogo, un número especial dibujado por Rod Reid con ayuda de otros artistas y que es toda una declaración de intenciones de cara al futuro no solo del personaje, sino de todo el Universo Marvel. El juramento homenajea al epílogo de la primera Civil War y no deja de ser una conversación entre Steve Rogers y un comatoso Tony Stark, ilustrando la nueva situación en la que se encuentran: con Steve Rogers liderando la SHIELD más poderosa que se recuerda en toda su historia, que ha sido autorizada por las naciones del mundo a disponer de un poder prácticamente ilimitado.
 
El Capi de Saiz

Spencer demuestra ser capaz de manejar varias subtramas a lo largo de las dos colecciones que lidera: reescribe el pasado de Steve Rogers y profundiza en los planes de Hydra que tienen lugar en el presente, repleto de sorpresas y giros de guion impactantes, mientras que en la colección de Sam Wilson tiene tiempo para dedicárselo a sus secundarios y al desarrollo de los mismos, mientras se recupera algunos conceptos de etapas pasadas del personaje.

Imperio Secreto
La última gran saga de Marvel se estrena en nuestro país de la mano de Panini en plenas vacaciones de agosto y lo hace con un número cero que, lejos de conformarse con ser un mero capítulo de relleno donde se explique lo necesario para comprender la saga en su totalidad, se trata de un imprescindible que confirma que el plan de Spencer es mucho más ambicioso de lo que parecía en un principio – ¡y eso que ya era de por sí bastante ambicioso!- y que con todo el Universo Marvel a su disposición, ¿quién sabe lo que puede depararnos el futuro?

Spencer no solo culminará en Imperio Secreto las principales tramas que ha ido desarrollando en la colección protagonizada por Steve Rogers –todavía está por ver la implicación del otro Capitán América, Sam Wilson- sino que, teniendo en cuenta que Hydra ha sido un enemigo recurrente de muchos héroes de la editorial, ha conseguido integrar buena parte de la historia del Universo Marvel, reciente y clásica, en el corazón de la saga.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario