Al contrario que con los
anteriores volúmenes, que contenían los dos primeros arcos argumentales de la
serie, en este tercer recopilatorio se ha optado por publicar una serie de
historias cortas realizadas en diferentes ocasiones y con objetivos diversos, lo
que permite obtener de un solo vistazo una buena muestra de la versatilidad de
Mignola como autor completo en los primeros años de su carrera en solitario,
cuando su personaje estrella todavía estaba en vías de despegue.
De ese modo, las historias aquí
recopiladas pertenecen a una primera etapa como creador y se notan las
diferencias entre ellas, empezando por el coloreado, donde han participado,
además del omnipresente Dave Stewart, James Sinclair y Matt Hollingsworth.
También la extensión de las mismas y sobre todo dónde fueron publicadas.
Algunas lo hicieron como miniserie de unos pocos números, algunas como números
especiales y otras dentro de las páginas de la antología Dark Horse presents, donde obligaba a Mignola a jugar con la
extensión del relato y su división en varias entregas. Muchas de ellas han sido
retocadas o han sufrido añadidos para su posterior recopilación en tomo, una
vez han transcurrido varios años tras la primera vez que vieron la luz.
Si quisiéramos observar una
cronología en todos estos relatos, deberíamos ordenarlas en dos grandes grupos:
aquellas aventuras que ocurrieron antes de que conociéramos al personaje en Semilla de destrucción y aquellas que
continúan la historia tras el final de Despierta al demonio. Las primeras tienen un fuerte componente episódico: Hellboy
llega a un lugar donde están ocurriendo cosas extrañas y persevera hasta
resolver el entuerto, normalmente a base de algún tipo de amuleto, algunos
tiros y muchos golpes de su mano de piedra. Eso no quiere decir que en ellas no
se cuente algo de vital importancia para el devenir futuro del personaje, ya
que Mignola es un experto en plantar pequeñas semillas aquí y allí que luego
germinarán en algún momento no demasiado lejano.
De igual manera, la influencia
del folklore europeo es enorme y Mignola utiliza como inspiración muchas
leyendas y cuentos de hadas nacidos en el Viejo Continente, lo que le permite
además la posibilidad de situar a su personaje en esos escenarios que tanto le
gustan, como castillos y ruinas abandonadas o aldeas malditas situadas fuera de
los lugares de paso más comunes. Las dos primeras aventuras beben directamente
de leyendas irlandesas y están ambientadas a finales de los años cincuenta. La
primera de ellas, El cadáver, es una
de las historias cortas del personaje más celebradas por los aficionados y eso
que Mignola no las tenía todas consigo, porque la forma en que fue publicada
originalmente, por entregas, le obligó a plantear la acción de dos en dos
páginas.
Craig Russell, que completa
este recopilatorio encargándose del prólogo del mismo, comenzó su carrera
entintando los lápices de Mignola en Marvel
y DC y hace toda una defensa del
estilo del autor y sobre todo de esta pequeña aventura, donde Hellboy, para
recuperar a un bebé secuestrado por extrañas criaturas, debe completar una
misión: dar cristiana sepultura a un cadáver parlante. El sentido del humor de
la historia y la acción de la misma están tan bien conseguidos que sirvió de
inspiración a su vez para la primera película del personaje. Como curiosidad,
Mignola introduciría en el relato a dos nuevos secundarios: Jenny
Dientesverdes, sacada directamente de los cuentos para asustar a los infantes
irlandeses y a Gruagach, una criatura con la que el detective de lo paranormal
volvería a encontrarse en un futuro.
Como curiosidad, a la hora de
recopilar la historia esta no tenía el número suficiente de páginas, así que
Mignola se vio obligado a realizar otra, ya que no quería alterar el orden ni
añadir nuevas páginas. El resultado es
una nueva aventura en Irlanda, en la misma época y con un tono más humorístico,
prácticamente anecdótico, donde Hellboy debe acabar con un trasgo con muy malas
pulgas. También sirvió de inspiración para una de las películas animadas
protagonizadas por el personaje. Se tituló Zapatos
de hierro.
En el anterior volumen hacía
una breve aparición un personaje fundamental para el futuro del protagonista: Baba Yaga, la bruja sacada del folklore
ruso. Allí se mencionaba de pasada el primer encuentro entre la criatura y
Hellboy, que le costó un ojo a la primera. En este recopilatorio aparece por
primera vez esta historia, pensada en un principio como back-up pero que nunca llegó a utilizarse para tal fin. Está
ambientada en Bereznik, en 1964.
Navidades subterráneas, de mayor extensión, adapta una vieja
historia de la infancia de Mignola donde una niña desciende a un universo de
ficción para acabar contrayendo matrimonio con un extraño ser. Ambientada en
Inglaterra en 1989, sirvió como especial navideño del personaje. Es una de esas
historias características de Hellboy, deshacedor de entuertos.
El ataúd encadenado, publicada aquí por primera vez a color, es una
brillante historia de Mignola con su personaje buscando respuestas tras lo
ocurrido en Semilla de destrucción,
lo que lo lleva a visitar su lugar de origen. Mignola utiliza de nuevo
elementos populares para, de manera un tanto disimulada, revelar una serie de
detalles sobre el verdadero origen del protagonista, cuyo padre, como podíamos
suponer, tiene un origen infernal. Podría tratarse de la revelación de la
verdadera madre de Hellboy.
Los lobos de San Augusto es el primer tebeo realizado por Mignola
en solitario, ya que en Semilla de
destrucción contó con la ayuda de John Byrne en los diálogos. Adapta una
leyenda en la que San Patricio maldecía a unos paganos, obligándoles a
convertirse en Hombres Lobo cada siete años. Se publicó tras Semilla de destrucción, serializada en Dark Horse Presents y está repleta de
acción a raudales, con un dibujo potentísimo de Mignola. Ambientada en 1994 en
los Balcanes, Hellboy aparece acompañado por Kate Corrigan, profesora de la
Universidad de Nueva York experta en folklore y consejera de la Agencia,
personaje recurrente a partir de entonces.
Casi un coloso es una continuación directa, en tan solo dos
números, de la miniserie Despierta al
demonio. Mignola intenta aquí pulir algunos detalles y atar algunos cabos
que quedaron sueltos y dejando a Liz Sherman al borde de la muerte y al homúnculo
Roger un papel protagonista. La primera estaba destinada a morir en un
principio, pero Mignola cambió de idea y visto el jugo que ha logrado sacarle
al personaje desde entonces, fue la decisión correcta.
En el año en el que se publicó
esta historia, 1998, Mignola se hizo con un Premio Eisner a Mejor Artista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario