jueves, 10 de agosto de 2017

Hellboy Vol. III: el ataúd encadenado y otras historias, de Mike Mignola

Al contrario que con los anteriores volúmenes, que contenían los dos primeros arcos argumentales de la serie, en este tercer recopilatorio se ha optado por publicar una serie de historias cortas realizadas en diferentes ocasiones y con objetivos diversos, lo que permite obtener de un solo vistazo una buena muestra de la versatilidad de Mignola como autor completo en los primeros años de su carrera en solitario, cuando su personaje estrella todavía estaba en vías de despegue.

De ese modo, las historias aquí recopiladas pertenecen a una primera etapa como creador y se notan las diferencias entre ellas, empezando por el coloreado, donde han participado, además del omnipresente Dave Stewart, James Sinclair y Matt Hollingsworth. También la extensión de las mismas y sobre todo dónde fueron publicadas. Algunas lo hicieron como miniserie de unos pocos números, algunas como números especiales y otras dentro de las páginas de la antología Dark Horse presents, donde obligaba a Mignola a jugar con la extensión del relato y su división en varias entregas. Muchas de ellas han sido retocadas o han sufrido añadidos para su posterior recopilación en tomo, una vez han transcurrido varios años tras la primera vez que vieron la luz.
 
Página de Los lobos de San Augusto
Si quisiéramos observar una cronología en todos estos relatos, deberíamos ordenarlas en dos grandes grupos: aquellas aventuras que ocurrieron antes de que conociéramos al personaje en Semilla de destrucción y aquellas que continúan la historia tras el final de Despierta al demonio. Las primeras tienen un fuerte componente episódico: Hellboy llega a un lugar donde están ocurriendo cosas extrañas y persevera hasta resolver el entuerto, normalmente a base de algún tipo de amuleto, algunos tiros y muchos golpes de su mano de piedra. Eso no quiere decir que en ellas no se cuente algo de vital importancia para el devenir futuro del personaje, ya que Mignola es un experto en plantar pequeñas semillas aquí y allí que luego germinarán en algún momento no demasiado lejano.

De igual manera, la influencia del folklore europeo es enorme y Mignola utiliza como inspiración muchas leyendas y cuentos de hadas nacidos en el Viejo Continente, lo que le permite además la posibilidad de situar a su personaje en esos escenarios que tanto le gustan, como castillos y ruinas abandonadas o aldeas malditas situadas fuera de los lugares de paso más comunes. Las dos primeras aventuras beben directamente de leyendas irlandesas y están ambientadas a finales de los años cincuenta. La primera de ellas, El cadáver, es una de las historias cortas del personaje más celebradas por los aficionados y eso que Mignola no las tenía todas consigo, porque la forma en que fue publicada originalmente, por entregas, le obligó a plantear la acción de dos en dos páginas.

Craig Russell, que completa este recopilatorio encargándose del prólogo del mismo, comenzó su carrera entintando los lápices de Mignola en Marvel y DC y hace toda una defensa del estilo del autor y sobre todo de esta pequeña aventura, donde Hellboy, para recuperar a un bebé secuestrado por extrañas criaturas, debe completar una misión: dar cristiana sepultura a un cadáver parlante. El sentido del humor de la historia y la acción de la misma están tan bien conseguidos que sirvió de inspiración a su vez para la primera película del personaje. Como curiosidad, Mignola introduciría en el relato a dos nuevos secundarios: Jenny Dientesverdes, sacada directamente de los cuentos para asustar a los infantes irlandeses y a Gruagach, una criatura con la que el detective de lo paranormal volvería a encontrarse en un futuro.
 
La Baba Yaga
Como curiosidad, a la hora de recopilar la historia esta no tenía el número suficiente de páginas, así que Mignola se vio obligado a realizar otra, ya que no quería alterar el orden ni añadir nuevas páginas.  El resultado es una nueva aventura en Irlanda, en la misma época y con un tono más humorístico, prácticamente anecdótico, donde Hellboy debe acabar con un trasgo con muy malas pulgas. También sirvió de inspiración para una de las películas animadas protagonizadas por el personaje. Se tituló Zapatos de hierro.

En el anterior volumen hacía una breve aparición un personaje fundamental para el futuro del protagonista: Baba Yaga, la bruja sacada del folklore ruso. Allí se mencionaba de pasada el primer encuentro entre la criatura y Hellboy, que le costó un ojo a la primera. En este recopilatorio aparece por primera vez esta historia, pensada en un principio como back-up pero que nunca llegó a utilizarse para tal fin. Está ambientada en Bereznik, en 1964.
 
Roger
Navidades subterráneas, de mayor extensión, adapta una vieja historia de la infancia de Mignola donde una niña desciende a un universo de ficción para acabar contrayendo matrimonio con un extraño ser. Ambientada en Inglaterra en 1989, sirvió como especial navideño del personaje. Es una de esas historias características de Hellboy, deshacedor de entuertos.


El ataúd encadenado, publicada aquí por primera vez a color, es una brillante historia de Mignola con su personaje buscando respuestas tras lo ocurrido en Semilla de destrucción, lo que lo lleva a visitar su lugar de origen. Mignola utiliza de nuevo elementos populares para, de manera un tanto disimulada, revelar una serie de detalles sobre el verdadero origen del protagonista, cuyo padre, como podíamos suponer, tiene un origen infernal. Podría tratarse de la revelación de la verdadera madre de Hellboy.

Los lobos de San Augusto es el primer tebeo realizado por Mignola en solitario, ya que en Semilla de destrucción contó con la ayuda de John Byrne en los diálogos. Adapta una leyenda en la que San Patricio maldecía a unos paganos, obligándoles a convertirse en Hombres Lobo cada siete años. Se publicó tras Semilla de destrucción, serializada en Dark Horse Presents y está repleta de acción a raudales, con un dibujo potentísimo de Mignola. Ambientada en 1994 en los Balcanes, Hellboy aparece acompañado por Kate Corrigan, profesora de la Universidad de Nueva York experta en folklore y consejera de la Agencia, personaje recurrente a partir de entonces.
 
Portada del especial navideño
Casi un coloso es una continuación directa, en tan solo dos números, de la miniserie Despierta al demonio. Mignola intenta aquí pulir algunos detalles y atar algunos cabos que quedaron sueltos y dejando a Liz Sherman al borde de la muerte y al homúnculo Roger un papel protagonista. La primera estaba destinada a morir en un principio, pero Mignola cambió de idea y visto el jugo que ha logrado sacarle al personaje desde entonces, fue la decisión correcta.


En el año en el que se publicó esta historia, 1998, Mignola se hizo con un Premio Eisner a Mejor Artista

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