miércoles, 2 de agosto de 2017

Lucky Luke. Edición Coleccionista 70 aniversario: la diligencia, de Goscinny & Morris

Una de las historias más míticas del dúo Goscinny-Morris, publicada en 1967 con motivo del veinte aniversario del personaje y con una de las mejores portadas que realizó Morris –uno de los pocos peros que le puedo poner a este fantástico dibujante; no acabo de entender por qué en muchas ilustraciones promocionales mejoraba y por mucho las que finalmente llegaban a la portada del tebeo-. Además, tras ser serializado en la revista Spirou, como era habitual, se recopiló y publicó por primera vez bajo el sello de Dargaud, en el que permanecería muchísimos años.

Aunque esta aventura comparte nombre, al menos en su traducción al español, con la famosa película de John Ford y John Wayne de 1939, no se trata de una parodia o adaptación de la misma, aunque estaba claro que ambos autores la habían visto e interiorizado, porque se confesaban grandes amantes del séptimo arte –no hay que olvidar los inicios en la animación del dibujante-. Una de las características del dibujo de Morris, paródico y caricaturesco, tenía su mejor expresión en la cantidad de secundarios con caras conocidas que poblaban sus páginas. Sin ir más lejos, en La diligencia podemos encontrar a John Carradine como pasajero o a Alfred Hitchcock como dueño de un saloon –el propio Lucky Luke nació a la sombra de la desgarbada y alta figura de Gary Cooper, aunque sin llegar a ser una caricatura del famoso actor de Solo ante el peligro-.
 
Hank Bully, el látigo más rápido del Oeste
Lo que sí toma Goscinny de La diligencia de Ford es, no tanto la trama central, asentada en los suficientes elementos históricos para dotarla de cierta veracidad, sino en la gracia que tiene ver a una serie de personas a priori sin nada en común ir modificando sus caracteres y evolucionando como personajes a lo largo del recorrido, al ir relacionándose entre ellos.

El detonante sí tiene un punto original y algo loco: la Wells Fargo, la empresa de diligencias más importante del Oeste, con sede en Denver, publicita un viaje hasta San Francisco con un enorme cargamento de oro, para así demostrar ante sus potenciales clientes que no le teme a nada. Para asegurarse el éxito, junto a su mejor conductor se contrata a Lucky Luke como escolta, por lo que ambos deberán liderar una carrera de obstáculos no solo contra los peligros naturales del camino, sino contra una buena cantidad de bandidos y asaltadores que quiere echar mano del botín –y donde hay que destacar a Black Bart, un delincuente de vena teatral tanto en su disfraz como en los poemas que dejaba en los escenarios de sus robos que existió realmente a finales del siglo XIX-.


La historia es trepidante y se beneficia de dos recursos en los que Goscinny y Morris eran maestros: la broma recurrente –las patatas con tocino, las continuas apuestas, las manías de los pasajeros, los nombres de los caballos- y la habilidad gráfica del segundo para caracterizar a sus personajes, sin huir de los estereotipos pero sin llegar a ser cansino en ningún momento.



Una de las mejores aventuras del cowboy solitario. 
Caricatura de Hitchcock

2 comentarios:

  1. Hola, muy lindo tu blog! Que otras historias de Lucky Luke consideras de las mejores (puede ser aun en la etapa post Morris)

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    1. Pues la etapa actual, que empezó tras la muerte de Morris, no está nada mal. Buen nivel de guion y dibujo. Aunque las mejores son las del duo Goscinny-Morris, tras la muerte del primero el segundo todavía consiguió sacar un buen puñado de buenas historias. Hay donde elegir, la verdad.

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