Apenas ha transcurrido un año
desde que PlanetaDeAgostini lanzara
un coleccionable semanal dedicado a Lucky Luke, el vaquero más famoso del Oeste americano… con permiso por supuesto
del Teniente Blueberry. 
Nacido en las páginas de Pilote a finales de 1963, Blueberry es
uno de los personajes más famosos de la tradición del cómic franco-belga. No en
vano nació en una de las revistas más míticas de su historia, fundada por René
Goscinny y donde vieron la luz personajes inmortales como Astérix el Galo o Valerian y Laureline. Es fruto de la
colaboración entre el guionista Jean-Michael Charlier y el joven dibujante de
24 años Giraud –que en aquella época firmaba como Gir y que con el paso del tiempo acabaría siendo conocido como Moebius (El Incal, Silver Surfer Parábola), uno de los artistas más
importantes del medio en toda su historia-.
Charlier, que con 39 años ya
tenía una experiencia guionizando tebeos de aventuras como Buck Danny, tomó conciencia de que esta iba a ser su gran obra y
planteó un ambicioso arco argumental de presentación que ocuparía los primeros
cinco volúmenes de la colección, de entre los cuales este Fort Navajo sería el primero de ellos. Resulta muy divertido el
juego de equívocos con el que se presenta al personaje protagonista y cómo van
introduciéndose los elementos que darán lugar a un nuevo enfrentamiento entre
el ejército de los Estados Unidos y la nación de los Apaches, en los confines
de Arizona y Nuevo México. Por supuesto es demasiado pronto para conocer con
detalle la biografía del protagonista, pero ya tenemos una serie de pinceladas
que nos permiten hacernos una idea de su carácter: algo pendenciero, con
problemas de autoridad y un código moral propio; bebedor y jugador, además de
un tirador rápido y certero. Todo eso y seguramente algo más es lo que le ha
obligado a aislarse en un puesto fronterizo y peligroso como el de Fort Navajo,
además de sus méritos en la Guerra de Secesión, en la que se alistó voluntario
con apenas 17 años y en la que alcanzó el rango de Teniente –no deja de ser
sorprendente que habiendo nacido en Georgia acabará enrolándose en el ejército
Yanqui-. 
El tono realista de Charlier
se ve acompañado por todo momento por los lápices de Giraud, que da salida a
innumerables escenas de acción y aventura en un ambiente muy logrado, al que
ayuda el clasicismo de la página, con cuatro hileras de viñetas por página y
una distribución de tres o cuatro cuadros por fila, esquema que se rompe en
contadas ocasiones por motivos narrativos, a la hora de destacar una secuencia
de entre todas las demás. Como curiosidad, Blueberry hereda los rasgos del
actor Jean Paul Belmondo –e incluso contó con su aprobación-.
La oferta de lanzamiento de PlanetaDeAgostini incluye el primer
número por tan solo 2,99 €, a la que seguirán el mítico 2x1 en sus entregas 2 y
3. A partir del cuarto envío el precio por número es de 11,99 €, algo más caro
que la edición de Lucky Luke, a 7,99
cada entrega. Como suele ser habitual, suscribirse tiene sus ventajas, con una
serie de regalos que incluyen láminas, taza, camiseta y sujetalibros. 
El formato es prácticamente
idéntico al de Lucky Luke. Tamaño
europeo, tapa dura y lomo de tela, con unas pocas páginas situadas al final que
ayudan a situarse en el contexto de la obra, si bien no es una información tan
expresa como en el coleccionable de Morris, que se centraban mucho más en la
realización del tebeo en cuestión. También es menos extensa, unas cincuenta y
poco entregas que una vez completadas forman en sus lomos una ilustración
sencilla del personaje. De igual forma incluye la portada reducida de tamaño,
si bien se trata de una mejora considerable porque ocupa prácticamente toda la
tapa. No es la única: las aventuras se van a ir publicando de forma
cronológica. Aunque el mayor distintivo es que el color de la colección elegido
ha sido el azul. 



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