martes, 26 de agosto de 2025

El regreso de Ulises, de Uberto Pasolini

 


Producción europea de cuidada estética que nos narra la vuelta de Ulises, tras veinte años de ausencia, a una Ítaca devastada en la que los pretendientes de su esposa Penélope, y por lo tanto candidatos a su trono, habitan su palacio, esquilman sus recursos y abusan con total impunidad de sus esclavos.

La película apuesta por el realismo, prescinde de cualquier tipo de referencia a la parte mitológica del poema de Homero y se centra en los sentimientos de los tres principales personajes, que comparten un arrepentimiento y una vergüenza inabarcables. El rey de Ítaca no solo tiene que convivir con todo el mal que ha desatado en el mundo en nombre de la guerra, sino también con la realidad de que es el único que ha conseguido volver vivo de todos sus hombres, los mejores de la isla cuando partieron décadas atrás. Por si esto no fuera suficiente, debe hacer frente a la duda de si su vuelta resultará en beneficio o no de su familia y sus súbditos, ya que es un hombre totalmente cambiado, diferente al que se marchó en busca de riquezas y gloria. 

Telémaco, su hijo, no ha sido capaz ni de proteger a su madre ni de mantener vivo el legado de su padre, mucho menos la bonanza de su reino. Mientras que Penélope carga con la culpa del deterioro de la isla y del sufrimiento de sus habitantes, ya que al negarse a tomar un nuevo marido perpetúa una situación no solo insostenible, sino cada vez más terrible. 

Sobria puesta en escena e iluminación natural en El regreso de Ulises

La historia se sustenta en dos grandes actores como Ralph Fiennes y Juliette Binoche, cuya complicidad está fuera de toda duda ya que es la tercera vez que trabajan juntos. Ambos dan un recital de contención, de conflicto interior y de duda constante. Charlie Plummer, Marwan Kenzari o nuestra Ángela Molina también tienen papeles destacados. 

Pasolini, y su director de fotografía Marius Panduru, apuestan por planos con mucha luz natural, figuras en contraste y primeros planos de rostros en sombras. La caracterización de los griegos se encuentra muy alejada de lo que estamos acostumbrados en Hollywood: construcciones y vestimentas austeras o un paisaje agreste. La mirada del italiano elige no centrarse en la parte más cruenta, pero no la obvia y el desenlace está repleto de violencia. 

También hay un mensaje claro en contra de la guerra, con un veterano que consigue volver de la misma diferente y traumatizado, quién sabe si de por vida. 

Ulises es uno de los grandes personajes de la literatura universal. Esta película se centra en una parte muy concreta de su vida, en el final de sus viajes y le hace una enorme justicia, aupado por una pareja de actores en estado de gracia. Una lástima que haya tardado tanto en estrenarse en nuestro país, más de medio año después de que apareciera en Estados Unidos, lo que no ayudará a que no pase desapercibida en la taquilla. Una de esas producciones bellas que apetecen ver en la oscuridad de una sala de cine.

Juliette Binoche interpreta a la reina Penélope


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