El genio de Vinci se ha
convertido en los últimos años en uno de los personajes históricos más
populares y tanto la literatura como la televisión (Da Vinci´s demonds) han mantenido vivo su recuerdo, si bien es
verdad que apuntando siempre hacia el misterio alrededor de su obra y fabulando
en detrimento de la verdad histórica.
Christian Gálvez, conocido
presentador de Pasapalabra desde hace
varios años, se ha propuesto que eso cambie, con una biografía novelada del
artista y científico florentino. Es cierto que en un principio no me llamó
especialmente la atención, aunque llevaba un tiempo interesado en el tema, sin
encontrar un libro que me apeteciera leer. Pero asistí a una conferencia sobre
Leonardo da Vinci, realizada por el propio Gálvez, que además de estrella
televisiva es licenciado en Magisterio y Filología inglesa. Y decidí darle una
oportunidad a su primera novela.
Matar a Leonardo da Vinci nos traslada a la Italia del siglo XV,
una península dividida en diversos reinos: Nápoles, los Estados Pontificios, el
Ducado de Milán o las Repúblicas de Florencia y Venecia. Y hay que reconocer
que la ambientación está lograda, resulta creíble sin llegar a ser cargante
para el lector. El autor repasa la vida de Leonardo da Vinci a partir de un
hecho traumático de su juventud, en el que fue acusado falsamente de sodomía y
por lo tanto encarcelado y torturado sin juicio previo. Gálvez se basa en una
serie de flashbacks para contar la
infancia de Leonardo, intercalándolo entre los capítulos que avanzan el relato,
con Leonardo yendo de un lugar para otro en busca de la protección necesaria y
el mecenazgo que le permita no solo continuar con sus técnicas artísticas,
especialmente en el terreno de la pintura, sino con sus inquietudes
científicas. Su curiosidad no tiene límites, su determinación tampoco y su
inteligencia y sagacidad no se quedan atrás.
Como suele ser habitual en
este tipo de novelas históricas, lo real se mezcla con la ficción y corresponde
al autor que se note lo menos posible. En ese aspecto me ha gustado cómo ofrece
algunas explicaciones a algunos misterios alrededor de sus pinturas más famosas
y que han hecho correr tantos ríos de tinta. De igual manera he disfrutado de
las interacciones del florentino con otros personajes históricos, como Lorenzo
de Médici el Magnífico; Miguel Ángel, Rafael, Botticelli o Nicolás Maquiavelo,
por no mencionar a los grandes mecenas de la época, Papas incluidos y reyes
como Francisco I de Francia. Muestra sus éxitos y sus fracasos, que también los
tuvo. Y sus aventuras.
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| El autor |
Es ahí donde más me ha costado
meterme en la lectura. Gálvez opta por dar un uso un tanto aventurero y
rocambolesco a varios de los inventos más variopintos de Leonardo, como sus
alas de murciélago o su prototipo de escafandra.
La novela se lee de manera
ágil y fácil y contiene abundante material extra, como una serie de
reproducciones de varias pinturas de la época, no solo de da Vinci; mapas,
cuadros genealógicos, etc. Aunque también es verdad que no engancha, no atrapa,
a menos que estés muy interesado en el tema.
Aun así, tengo curiosidad por
la siguiente novela de Gálvez, situada en el mismo periodo de tiempo, el
Renacimiento italiano y centrada en otro genio de la época, Miguel Ángel.


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