La serie regular de Astro City continúa con buena salud
gracias a la edición de ECC, que
recopila aquí cinco números más, donde se produce la vuelta de un personaje muy
querido por los aficionados: Acero
Donewicz, que protagonizó una de las sagas más longevas publicadas en su momento
en la colección.
En ella Busiek apostaba por ir
más allá y mostrar los problemas de reinserción de un villano de poca monta, de
enorme fuerza y resistencia, cuya piel estaba recubierta de acero puro y que
volvía al mundo real tras pasar veinte años entre rejas. Con la firme idea de
dejar la vida criminal atrás, Acero acababa ayudando a sus nuevos vecinos
investigando una serie de desapariciones, lo que llevó al final a adoptar un
papel de detective privado. Los números #32
al 34 USA suponen una nueva
aproximación a la vida de este perdedor entrañable que se gana la vida con
trabajos sencillos, ya sea ayudando a las autoridades en tareas de limpieza en
el fondo del río o a aquel que se atreva a contratar a un detective privado sin
muchas luces en la cabeza. Hasta que aparece en escena una antigua compañera de
juergas criminales, que le contrata para que la ayude a demostrar su inocencia,
ya que se han cometido una serie de delitos realizados con lo que parece ser su
modus operandi.
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| Viñetas de Anderson |
Anderson vuelve como artista
regular de la serie con el estilo que le caracteriza, siempre tras la
fantástica introducción que supone la portada de rigor de Alex Ross y coloreado
por Peter Pantazis. Su estilo feísta deudor de Neal Adams siempre ha sido de mi
agrado, aunque en esta nueva etapa de la colección le noto un acabado más
apresurado. El hecho de que no haya sido capaz de llevar el ritmo de una serie
regular me hace preguntarme si se ha encontrado en las mejores condiciones para
dibujar o si por el contrario ha estado participando en algún otro proyecto.
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| El Resorte de Randall |
Para los números #35 y 36 USA, Busiek cuenta con la ayuda
de otro dibujante veterano: Ron Randall, asociado más al sello Vertigo y a los héroes DC. Su estilo es más académico que el de
Anderson, más clasicote y de acabado más limpio, pero igual de buen narrador,
al menos para unos pocos números, ya que la personalidad de la serie me pide un
dibujante que se salga más de la norma, como el propio Anderson.
En esta pequeña saga tenemos
como protagonista al Resorte y se nos revelará la historia oculta tras la
máscara.
Al contrario que con la
primera aventura, Busiek otorga el punto de vista –y las cajas de pensamiento-
a una persona normal y corriente sin superpoderes. Un joven adolescente cuyo
abuelo, padre y tío han llevado en algún momento de la historia reciente de Astro City el traje del Resorte. La
ocasión ideal para poner frente al lector una de esas características propias
del Universo DC frente al Universo Marvel:
el concepto de legado.
Si con Acero tenemos una buena
muestra de qué ocurre tras el retiro, aquí lo que tenemos es justo lo
contrario: qué hay antes de convertirse en un superhéroe. Busiek se las sigue apañando
para aportar conceptos novedosos en el cómic de superhéroes y que estos encajen
a la perfección con los tópicos y las claves necesarios para que el género
funcione, además de la enorme cantidad de homenajes y reinterpretaciones de
personajes y situaciones clásicas, que un buen puñado de lectores no tendrá
problemas en identificar.
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| Página doble de Ron Randall |
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