Al final ha sido todo un
acierto la apuesta por ese tono original y un tanto loco que vimos en los primeros episodios y que ha sido tónica
habitual de toda esta primera temporada, que en sus ocho capítulos apenas ha
tenido algunos momentos de incertidumbre, ya que la mayoría de escenas tenían
lugar dentro de la mente del protagonista y eso es algo que solo puede
funcionar un número determinado de veces.
La auténtica naturaleza del
mal intrínseco a David Haller es el verdadero leit-motiv de la serie, que ha sido capaz de producir algunas
secuencias muy logradas. En su penúltimo episodio, los guionistas se permiten
el lujo de jugar de manera tangencial con el profesor Xavier, fundador de los
X-Men. Incluso una vez que los principales misterios han sido revelados, la
serie ha sabido mantener el interés con una reorientación muy breve hacia el
género superheroico, con su villano, su héroe, etc.
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| El plano astral |
Un equilibrio difícil que Noah
Hawley, creador, showrunner y
principal guionista, ha sabido conservar y que en muy pocas ocasiones ha
perdido de vista. Su actor protagonista ha cumplido con creces y entre los
numerosos secundarios hay que destacar por méritos propios a la actriz Aubrey
Plaza, que hasta ahora había estado muy ligada a la comedia, algo a lo que sin
duda le ha sacado mucho partido.
El cuidado en la producción y
el juego continuo con el espectador a través de diferentes secuencias oníricas o
de recursos como la música han hecho que esta primera temporada de Legion haya llamado tanto la atención de
la crítica como de los telespectadores del canal FX, que ha firmado una segunda tanda de episodios para el año que
viene –esta vez serán diez entregas-.
Con eso no quiero decir que no haya
puntos de mejora: a veces los compañeros mutantes de David resultan ser
demasiado anodinos y no está nada clara la naturaleza de la asociación a la que
pertenecen –hay muchos personajes que ni siquiera demuestran tener ninguna
clase de superpoder-. Y por supuesto queda por ver cómo se reinventa la serie o
si seguirán apostando por el escenario de la mente y el plano astral donde se
ha desarrollado la mayoría de la primera temporada.




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